Un lugar que siempre quise conocer...el fin del mundo...así se conoce a Ushuaia. A orillas del canal Beagle, en el extremo sur de la Isla grande de Tierra del Fuego y rodeada por los montes Martial. En el puerto montones de casetas que te harán excursiones por el canal hasta los límites de la tierra o que te llevarán a ver pingüineras mágicas. No te lo puedes perder.
25/12/2010 USHUAIA
Ayer no nos acostamos demasiado tarde, el sitio tampoco dio para mucha juerga, y hoy nuestro avión sale a las 11.30 en dirección a Ushuaia, el culo del mundo. La comida de Navidad la hicimos en el avión, unos paninis de jamón y queso que se convertirían en nuestra comida de supervivencia en todos los vuelos, el primero no estuvo mal, pero al final del viaje acabaríamos aborreciéndolos.
El vuelo duró unas 3 horas y media, llegando a Ushuaia sobrevolamos los andes, a la salida nos recogió un autobús y nos llevó al hotel. Que buena pinta tiene esta zona,
El Hotel Fueguino estaba muy bien situado, aunque Ushuaia tampoco es una gran ciudad, se recorre en seguida. Era un hotel muy bonito, recomendable al 100%, lo mejor de este viaje es que podemos comunicarnos sin problemas, estamos acostumbrados a los viajes donde solo chapurreamos el ingles, y nos tenemos que buscar la vida, aquí podemos preguntar cosas y tener conversaciones, da gusto.
Teníamos mucha hambre el panini nos había dejado a dos velas, así que salimos en seguida a la búsqueda de algo para llevarnos a la boca, en la primera esquina, (cuadra como dicen ellos) encontramos una pizzería, Azul se llamaba, nos pedimos para empezar una “picada” algo también muy típico de por aquí que consiste en entrantes variados, dependiendo del sitio, aquí os pongo una foto para que veáis que de cosas traía esta. Eso para ir abriendo boca mientras nos traían las pizzas.
Teníamos tanta hambre que nos supo a gloria bendita.
Después de llenar las barrigas decidimos subirnos al glaciar Martial, como no teníamos coche cogimos un par de taxis y llegamos al glaciar. Te dejan en un aparcamiento y luego hay una subida interesante hasta el glaciar, pero es todo tan bonito que casi ni se notan las cuestas.
Bajamos y llamamos a los taxis para que nos subieran a buscar, y al hotel a dormir que mañana empieza la aventura.
26/12/2010 USHUAIA
Hoy tenemos reservada una excursión en velero por el Canal de Beagle, en el Tres Marias. Es una excursión de unas 4 horas.
Llegamos al puerto, es pequeño, tiene muchas casetas de madera donde te venden las excursiones, y los barcos.
Y un cartel que no podía faltar:
Paramos en la isla H, donde hay una colonia de cormoranes, lo más difícil fue bajarse del barco, hicimos un trekking de una hora.
Volvemos a tierra más a menos a la hora de comer, en la calle principal comimos unos bocadillos en una especie de cafetería que tenía mucha gente.
Para la tarde hemos alquilado un par de coches para ver la zona por nuestra cuenta, vamos por la ruta nacional 3 en dirección norte y pasamos por el Valle Tierra Mayor y el centro de esquí Cerro Castor. Ascendemos al Paso Garibaldi que tiene un mirador con vistas, y empezamos a bajar para llegar al Lago Escondido, recorremos las orillas y después llegamos al lago Fagnano, tampoco nos pareció nada espectacular.
Así que nos volvemos a Ushuaia y nos vamos a cenar a un sitio que traigo recomendado por esta zona, se llama Restaurante Moustacchio y ahora si que nos comimos un riquísimo cordero patagónico y unas verduras a la plancha que eran de foto. Un sitio muy recomendable.
27/12/2010 USHUAIA
Por la mañana seguimos con el coche que alquilamos ayer y nos vamos a ver el Parque Nacional Tierra del Fuego, está a
El camino bordea el Río Pipo para llegar a Bahía Ensenada, desde donde se obtiene muy lindas vistas de las Islas Redonda y Estorbo y la costa chilena, al otro lado del Canal de Beagle.
Después de Bahía Ensenada se llega a Lago Roca, donde se puede realizar unas caminatas y observar el Río Lapataia y una panorámica del Cerro Cóndor en el límite con Chile.
El camino continúa recorriendo Laguna Verde y Laguna Negra, zonas de túrbales y los diques de castores (castoreras) para llegar al extremo del parque en Bahía Lapataia.
También vimos pájaros carpinteros.
Comimos en una cafetería en el parque.
Por la tarde tenemos contratada una excursión para ir a la pingüinera y a la estancia Harberton con Piratour la excursión tiene muy buena pinta, hemos reservado por Internet desde España, tenemos que dejar el coche deprisa y corriendo porque no llegamos y nos recoge un autobús a las 3 de la tarde en el puerto para llevarnos a la estancia Harberton, allí hay como una cafetería y nos recoge una lancha para llevarnos a la Isla Martillo, donde viven los pingüinos.
Llegamos a una playa de piedra y nada más bajar empezamos a ver pingüinos magallánicos campando a sus anchas, es una zona protegida, esta empresa es la única que tiene permiso para llevar gente a la isla, y tiene un cupo máximo de 20 personas, es una experiencia inolvidable, así que si no queréis perdérosla reservar cuanto antes por Internet.
Llegamos a una playa de piedra y nada más bajar empezamos a ver pingüinos magallánicos campando a sus anchas, es una zona protegida, esta empresa es la única que tiene permiso para llevar gente a la isla, y tiene un cupo máximo de 20 personas, es una experiencia inolvidable, así que si no queréis perdérosla reservar cuanto antes por Internet.
Eso si, aquí también hay que ir abrigado, porque hace mucho, mucho frio.
Damos un paseo por la isla, más o menos de 1 hora, con un guía, a lo lejos se ven pingüinos papuas, que son otra especie y hay muchos menos.
Pasamos por zonas donde están los pingüinos resguardados con sus crías, incluso debajo de las escaleras.
Regresamos en la lancha a la cafetería y nos tomamos un chocolate caliente para entrar en calor.
Volvemos a coger el autobús y hacemos una parada para ver los árboles bandera, que son unos árboles que parecen una bandera al viento, aunque no hacía ni gota de viento.
Llegamos a Ushuaia hacia las 9 de la noche y nos vamos otra vez a cenar al Restaurante Moustacchio donde esta vez hicimos dieta de pescado, Diana y Carolina probaron la merluza negra, que estaba deliciosa, y yo probé la centolla fueguina, que estaba rica, aunque nada que ver con la centolla gallega, esta era una especie de guiso con bechamel.
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