ISLANDIA: Marzo 2017 - HIELO Y FUEGO

Volvemos a Islandia, uno de los sitios más espectaculares donde hemos estado, esta vez en invierno y con nuestros amigos fotógrafos, nuestro objetivo: ver las auroras boreales, este es un objetivo que algunas veces no se consigue, ya que no se pueden contratar en la agencia de viajes, pero vamos con la ilusión de lograrlo. Y si no, pues habremos disfrutado de Islandia invernal, un paisaje completamente diferente al que vivimos en aquel verano del 2010 que estuvimos la última vez. El martes pasado tuvieron la nevada más grande del siglo, así que blanquito por lo menos lo vamos a ver.

2 de marzo de 2017 - KEFLAVIK

Salimos de Barcelona en vuelo directo con la compañía WOW a las 22:20 de la noche con hora prevista de llegada el viernes 3 de marzo a las 01:55, ya contando con la hora menos que hay en Islandia.

Llegamos al aeropuerto a esas horas intempestivas, pero el hotel lo teníamos casi en las pistas, así que fue cuestión de arrastrar un poco la maleta por la nieve y llegar a él. En el vuelo intuimos nuestra primera aurora boreal, eso era un buen augurio, una ligera tonalidad verdosa nos hizo emocionarnos con las vistas.

Nuestro hotel en el aeropuerto estaba muy bien, y era una gozada a esas horas de la madrugada no tener que moverse en coche hasta Reikiavik, Reykjavik en islandés.

El hotel era el Aurora Star Airport Hotel, y de precios no hablamos, porque Islandia está impagable, se ha puesto de moda y te cobran hasta por respirar, y eso que tuvieron una crisis en la que decidieron no rescatar los bancos, pues se han recuperado con creces, a ver si aprenden otros.

3 de marzo de 2017 - GEYSER - GULFOSS

Esta vez nos vamos a mover solo por la parte sur de la isla, porque las carreteras más al norte con la nieve y las heladas están impracticables. Así que estaremos por la zona más turística.

Empezamos por el famoso círculo dorado, el Golden Circle que es un triángulo formado por 3 monumentos naturales, la cascada de Gullfoss, la zona de Geysir y Þingvellir.
La zona de Geyser no está muy lejos de la capital, a unos 100 km, y por eso es la típica ruta turística que hace la mayoría de la gente. Está bien, no lo vamos a negar, pero para mi gusto demasiado masificada, no saben lo que se pierden por no subir más al norte, pero mejor, así nos dejan al resto descubrir monumentos naturales increíbles y sin que tengas que estar apartando chinos para las fotos.

Y así llegamos a Geysir, un gran chorro de agua caliente, que cada 5 minutos más o menos, no es exacto, suelta una gran columna de agua, mientras los turistas hacemos un círculo a su alrededor esperando inmortalizar ese gran momento.




A apenas 10 km está la catarata más visitada de la isla, Gulfoss o catarata dorada, hay dos zonas de aparcamiento, una superior, donde está la tienda de souvenirs más cara del mundo y otra inferior en la parte más baja de la cascada. 

Desde el aparcamiento superior bajas por unas escaleras para ver la cascada. En verano se puede bajar a la zona inferior andando por un camino , pero ahora está todo lleno de hielo y nieve y hay una cadena que no te deja pasar.

Las cascada estaba preciosa, entre la nieve, medio congelada, y vertiendo toneladas de agua.






Entre foto y foto nos llegó el atardecer.



Y con estas maravillosas imágenes en nuestras retinas nos retiramos a nuestro siguiente alojamiento que está en Gulfoss, es el Hotel Gulfoss, muchos de los hoteles en Islandia son como casetas prefabricadas, pero con interiores muy acogedores, éste es uno de estos, está en medio de la nada, ideal por si esta noche hay una aurora boreal. Sin contaminación lumínica y el día despejado. Promete.

Nos vamos a la cama, estamos agotados y por más que miramos por la ventana, no tiene pinta de que esta noche tengamos nuestra aurora boreal, así que con cierta decepción nos vamos a la cama. 

3 de la madrugada...me despierto...me acosté soñando con la aurora, yo quiero verla, y tenemos que aprovechar estos primeros días, porque después las previsiones del tiempo son muy malas, y claro, si está nublado no se va a ver nada de nada, miro por la ventana, unas extrañas formas que parecen nubes de color grisáceo verdoso pasan por el exterior, yo creo que es una aurora. Dicen que si no tienen mucha intensidad el ojo humano no consigue ver los colores. 

Despierto a Jose, nos vestimos a todo correr que fuera hay 10º bajo cero y salimos con la cámara para cerciorarnos. Y si!!! la cámara nos da ese tono verdoso característico de la aurora boreal. Es una aurora!!! Llamo por el móvil a nuestros compañeros de viaje, pero no me coge nadie, estarán fritos porque nos fuimos a la cama agotados. Entramos de nuevo al hotel y llamamos a las puertas de los que sabíamos que eran de nuestro grupo, conseguimos despertar a algunos, pero no a todos. Y salimos con nuestros trípodes a ver si conseguíamos hacer alguna foto decente de nuestra anhelada aurora boreal.

Y esto es lo que salió.






Después de un par de horas tirando fotos sin parar y sin saber muy bien si nos saldría algo decente, medio congelados, pero con la ilusión de haber visto nuestra primera aurora boreal nos volvimos a la cama. Ya habíamos cumplido uno de nuestros objetivos de este viaje. Y el segundo día!!! esto tenía muy buena pinta, a ver si conseguíamos alguna otra en algún lugar un poco más vistoso. Porque lo del aparcamiento del hotel con tractor quitanieves incluido, desmerece un poco 😊



4 de marzo de 2017 - SELJALANDSFOSS- SKÓGAFOSS - DYRHÓLAEY - VIK

Ponemos rumbo a Vik nuestro siguiente destino, que está como a 175 km de aquí, unas dos horas de viaje.

Nada más salir del hotel vemos un grupo de caballos islandeses con una bonita luz temprana y nos paramos a hacerles unas fotos.



El tema de los caballos islandeses es muy curioso, no pueden salir de la isla, y si salen no les vuelven a dejar entrar, son una raza muy especial y no quieren que se mezclen con otros caballos y pierdan una de sus características principales, mientras que los demás caballos tienen 3 pasos que son paso, trote, galope, el caballo islandés tiene 5 pasos, el suave, el tolt, que es similar a caminar, y el Flugskeið o Flying Pace (Paso Volador). este es un trote muy rápido en el que el caballo mueve las dos patas de cada lado al mismo tiempo y pueden alcanzar los 56 km/h.

Y dejando atrás estos curiosos caballos islandeses, seguimos nuestro camino a Vik.

Es curioso encontrar los ríos helados por los que bajan placas de hielo.


Una de las pocas palabras que he conseguido aprender en islandés es "Foss" que significa cascada, así que todos estos nombres que nos parecen impronunciables pero que acaban en Foss significa que visitamos una cascada.

La primera que encontraremos hoy es Seljalandsfoss, un bonito salto de agua de unos 60 metros de altura, en verano se puede pasar por detrás de la cascada, pero ahora el suelo está resbaladizo y no dejan pasar.



A una media hora de la anterior, otra espectacular cascada, Skógafoss. Tuvimos suerte de que le diera el sol y disfrutar de un bonito arco iris.

Además de contemplarla desde abajo, en el lateral derecho según miras a la cascada hay un camino que asciende a la parte más alta.




Y ahora nos vamos a la costa, visitamos los acantilados de Dyrhólaey, hace un viento hipohuracanado, pero merece la pena esa sensación de volar por encima de los acantilados. En verano debe anidar por aquí alguna colonia de frailecillos.


Esta es la playa de arena volcánica de Reynisfjara, al fondo, las formaciones rocosas de Reynisdrangur que según cuenta la leyenda son fruto de la petrificación de tres trolls y que veremos más cerca desde Vik




Llegamos a Vik y nos alojamos en el hotel Edda Vik

5 de marzo de 2017 - VIK- JÖKULSÁRLÓN

Hoy vamos a aprovechar que todavía hace buen tiempo y nos levantamos antes del amanecer para hacer unas fotos en la playa de Vik.

Aquí todos preparados para nuestra sesión fotográfica




Aquí los tres trolls de Reynisdrangur.




Y el pueblecito de Vik de unos 300 habitantes, con su característica iglesia de tejado rojo.


Después de nuestra sesión madrugadora de fotos, volvemos al hotel a desayunar, y tras coger fuerzas nos dirigimos a otro de los puntos fuertes de Islandia, Jökulsárlón, la gran laguna glaciar más bonita que he visto nunca.

En el camino paramos en algunos sitios para ver los ríos congelados y las montañas nevadas.



Otra parada en un pequeño salto de agua que se llama Foss a Sidu





Y ahora paramos en un mirador desde donde se ven los dos glaciares, el de la derecha es el Svínafellsjökull y el de la izquierda el Skaftafellsjökull.

Otra palabra nueva en islandés para recordar, "jökull" que significa glaciar.




Me encantan las grandes extensiones de nieve virgen, aunque se prevea una gran tormenta.


Y llegamos a la laguna de Jökulsárlón, grandes y pequeños iceberg flotando en sus aguas. Formas heladas con los más increíbles colores y transparencias.

Damos un gran paseo por su orilla. En verano se puede navegar por la laguna en grandes coches anfibios, hoy no vemos a nadie navegando, supongo que en invierno no se puede.















El tiempo se empieza a estropear, hoy no pillamos puesta de sol, así que vamos directamente al hotel a hacer el check-in, nos alojamos en el Foss Hotel Glaciar Lagoon un precioso hotel en medio de la nada, pero muy nuevo y muy chulo, donde nos pusieron una cena estupenda, y como plato fuerte el imprescindible bacalao islandés que estaba riquísimo.

6 de marzo de 2017 - CUEVA DE HIELO - PLAYA JÖKULSÁRLÓN

Hoy nos recogen muy temprano para llevarnos a visitar una cueva de hielo. Está lloviendo a cántaros, espero que no haya que andar mucho para llegar a la cueva porque vamos a llegar calados.

Nos recogen en 2 furgonetas con unas ruedacas que alucinas. Se supone que esas ruedacas se inflan y desinflan desde dentro del coche según pases por zona de hielo, de nieve o de tierra para poder pasar según el tipo de carretera.

Nos paran justo delante de la cueva, que bien, parece que no nos mojaremos mucho.

Estas son las furgonetas.


Y esta es la entrada de la cueva


El interior de la cueva....alucinante....que azul....que colores...que brillos....que reflejos...visita recomendable e imprescindible.






La cueva no es muy grande pero estaríamos horas y horas haciendo fotos de cada rincón.

Como nos hemos quedado con ganas de más y ha dejado de llover, los guías nos proponen llevarnos a otra cueva más pequeña a la que hay que llegar andando. Así que emprendemos la marcha. Por cierto si viajáis a Islandia en invierno no olvidéis llevaros crampones, nosotros compramos unos que no eran de pinchos, llevaban en su lugar como unos espirales metálicos, y son más o menos fáciles de poner en las botas de trekking. Te dan una seguridad para andar por la nieve o el hielo, que no podíamos pasar sin ellos.


Esta cueva es más pequeña y no tiene tanto azul, pero los reflejos también son increíbles.



Después de esta fantástica excursión a las cuevas de hielo volvemos al hotel. Comemos un rico buffet donde no falta detalle, y por supuesto, otro de los imprescindibles en Islandia, el salmón.

Una vez comidos, volvemos a Jökulsárlón, esta vez no a a la laguna, sino a la playa. Las aguas de la laguna desembocan en una playa del mismo nombre y allí entre las olas van depositando los iceberg. Es una imagen que pocas veces habrás visto. Una playa de arena negra llena de hielos.



Esta foto nos la tiró Oriol mientras estábamos concentrados en nuestra sesión fotográfica.



  






Después volvemos a la laguna, la imagen es completamente diferente a la del día anterior, ya casi no quedan iceberg en la laguna, no me extraña, están todos en la playa.

Por debajo de este puente pasan los iceberg para llegar de la laguna a la playa.


Y estos son algunos de los que todavía quedan por la laguna.




Nuestro amigo Miguel consiguió que una de las focas se asomara entre los hielos para saludarle. 


7 de marzo de 2017 - SVINAFELLJÖKULL - FJADRARGLJUFUR - HELLA

Y ya no subimos más hacía el norte, volvemos en dirección Reikiavik, con destino final en Hella,unos 90 km antes de llegar a la capital.

En el camino nuestra primera parada será la lengua del glaciar de Svinafelljökull, que pertenece al inmenso glaciar Vatnajökull y que no está muy lejos del Parque Nacional de Skaftafell. Se pueden contratar excursiones para andar por encima del glaciar.





  
Nuestra siguiente parada es el cañón de Fjaðrárgljúfur, el tiempo ya se está complicando, llueve bastante, así que hay que salir con paraguas, el recorrido por el cañón es de unos 2 km, con algunos miradores que te van acercando hasta el mismo borde.



Hacemos una nueva parada en Seljalandsfoss, el otro día pasamos por la tarde y hoy como es por la mañana igual tiene otra luz, pero como está muy nublado tampoco conseguimos mucho más.


Y llegamos a Hella donde nos alojamos en el River Hotel, otra especie de módulo prefabricado en medio de la nada, pero en el interior muy bien acondicionado.

Después de cenar nos fuimos a la cama y a las 1 y media de la madrugada Jose me despierta porque han llamado a la puerta, parece que tenemos otra aurora boreal!!!

Nos vestimos a todo correr y a la intemperie con nuestra cámara y nuestro trípode!!!

Aquí está, bastante más suave que la primera que vimos, pero algo se deja ver.





8 de marzo de 2017 - PENÍNSULA DE SNAEFELLNES - GRUNDARFJORDUR

Salimos temprano hacia nuestro siguiente destino que es Grundarfjörður en la península de Snaefellnes, aquí intentaremos conseguir nuestro siguiente objetivo del viaje, que es el avistamiento de ballenas, decidimos hacer este viaje en marzo, porque según dicen ya se empiezan a avistar orcas. A ver si tenemos suerte.

Hay unos 250 km desde Hella, unas 3 horas y cuarto. 



En el camino un mirador hacia un pequeño cráter que se ve a lo lejos. El crater del Eldborg



Eulalia traía recomendado para comer en el camino el Hotel-Restaurante Rjukandi,  que casualidad habíamos coincidido con el chico que nos atendió, que era español, en el avión desde Barcelona.

Comimos estupendamente, la verdad. Os recomiendo parar si pasáis por ahí.

Y después cruzamos por el centro de la península hasta llegar a nuestro hotel, el Hotel Framnes en Grundarfjörður. El más feo de todos, la verdad, o será que esto se acaba y ya vemos el final de las vacaciones y los hoteles con otros ojos.

Y para remate llegan Eulalia y Oriol que han ido a concretar la excursión en barco para ver las orcas al día siguiente y nos dicen que se ha suspendido el viaje, buaaaaaaa, que hay mala mar y que el capitán del barco no sale mañana, buaaaa buaaa buaaaaa.

Pues no parece que haga tan malo, pero bueno, él es el capitán, mejor que él no lo va a saber nadie, así que dejamos una cosa pendiente para tener que volver a Islandia 😊

La compañía con la que íbamos a hacer el paseo en barco a la búsqueda de orcas era Lákitours, para cuando volvamos. Las oficinas las tienen justo enfrente del hotel.

Salimos entonces a ver una cascada que hay por aquí cerca, bueno, salen, porque yo me quedo en la habitación que me he pillado un buen trancazo y no tengo ganas de coger más frío. Y fuera está nevando a todo nevar.

Aquí las fotos que hizo Jose de la cascada, es muy chula. Es la cascada de Grundarfoss, a los pies de la montaña de Kirkjufell, que ya veréis mañana porque hoy con la que está cayendo no se ve na de na.




9 de marzo de 2017 - PENÍNSULA DE SNAEFELLNES

Pues nada, confirmado, el capitán del barco avistador de ballenas se ha ido a buscar el sol a Benidorm, que con este tiempo no hay quien salga a la mar, así que no hay excursión marítima para ver orcas...snif...snif...

Por lo que después de desayunar pasamos al plan B, vamos a conocer esta península.

Hoy por fin se ve Kirkjufell la montaña más fotografiada de Islandia, la verdad es que es muy fotogénica, aunque ganaría mucho con el cielo azul detrás 😊



Rebuscando en mi álbum de fotos os pongo como la conocimos en aquel verano del 2010 que estuvimos por aquí. Para que comparéis, aunque está vista desde el otro lado.


 Seguimos recorriendo la península, playas y montañas nevadas.




Una pared llena de nidos de fulmares boreales. Aquí la familia al completo.


Cerca de Hellissandur está la iglesia Ingjaldsholskirkja, hale, a ver quien se atreve a llamarla por su nombre. Una típica iglesia islandesa de tejado rojo que destaca entre la nieve.


Nuestra siguiente parada es la playa de Skardsvik, una de las pocas playas de arena dorada que hay por aquí.



La paleta de colores que hay en las montañas islandesas son para no dejar de mirarlas.


La playa de Djupalonssandur desde donde se divisa el volcán Snæfells, el  que da nombre a esta península. Es el volcán desde donde Julio Verne viajó al centro de la tierra.


La playa es de arena negra y hay restos de un barco naufragado, las formaciones rocosas son impresionantes.



Ahora nos vamos a comer al Primus Kaffi en Hellnar otro sitio muy agradable para comer que os recomiendo.

En los alrededores del café unas bonitas vistas de las montañas



Nos acercamos ahora al mirador de Londragar, desde allí también se puede ver más cerca Snaefellsjökull.




Aunque desde el mirador lo que se ve son estas curiosas formaciones rocosas.



Después nos acercamos a Budir, para ver su famosa iglesia negra.


Y ya se nos acaba el día en la península de Snaefells



10 de marzo de 2017 - REIKIAVIK

Hoy a salido un día radiante, algunos madrugan para ver amanecer en las montañas, yo me quedo en la cama, que sigo con trancazo y no quiero forzar. Fue un bonito amanecer.



Después de desayunar ponemos rumbo a Reikiavik no sin antes parar a hacer algunas fotografías en el camino.

La montaña de Kirkjufell, hoy si, hoy tiene el cielo azul a su espalda.






Inmensos lagos congelados.



En el camino nos paramos a hacer la foto de grupo. 
Un estupendo grupo como siempre, dirigido logísticamente por Eulalia Vicens y fotográficamente por Oriol Alamany, y a cuyos integrantes ya podemos considerar amigos. Si queréis hacer alguno de los fantásticos viajes que organizan podéis seguirlos en el blog, Imagenes Vivas.





Y llegamos a Reikiavik, nos alojamos en el Fosshotel de Reikiavik, otro hotel muy recomendable y bien situado para pasar la tarde de compras por la capital. 
Cuando nos aburrimos de ver tiendas nos tomamos unas estupendas cervecitas en el Public House Gastropub, en la calle principal, Laugavegur, también se puede cenar y tiene buena pinta, eso si, mirar antes los precios, que aquí todo cuesta un ojo de la cara, nosotros teníamos la cena en el hotel, así que solo las cervecitas y mirar lo que comían los demás. Por las cervecitas nos cobraron, por una Pale Ale de 0,5 l 1,390 isk o sea 12 eurakos!!!

Y esto se acaba, mañana salimos hacia Madrid también en vuelo directo esta vez con Norwegian a las 11 de la mañana, así que entre devolver las furgonetas y demás, damos por terminado este nuevo viaje a Islandia, con la ilusión de volver, tanto para ver las orcas como alguna que otra aurora boreal, que nos hemos quedado con las ganas de más.

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