ARGENTINA NAV 2010 (6) - Iguazu

Iguazú, majestuosas cataratas abarrotadas de gente, así que no las disfruté en condiciones, la verdad, las cataratas son impresionantes pero el merchandaising a su alrededor me hizo sentirme en un parque tématico y no ante una maravilla de la naturaleza.

Día 3/01/2011 IGUAZU. 

Hoy tenemos un día de transición, de avión en avión, salimos a las 12:40 de Bariloche, y aprovechamos la mañana para hacer algunas compras por las tiendas que había por allí, hacíamos escala en Buenos Aires, el avión llegaba a las 14:55 y salía para Iguazú a las 15:30, a ver si había suerte y conseguíamos hacer el enlace, porque con Aerolíneas Argentinas nunca se sabe.

Bueno, primero el despegue, creo que ha sido el peor que he hecho en mi vida, no sé muy bien si el piloto había bebido o es que hacía un viento que nos llevaba de lado a lado, el caso es que el avión se bamboleaba, con la imagen de los Andes bajo nuestros pies, y por mi cabeza pasaron las imágenes de la película de “Viven”, ese equipo de fútbol que se estrelló en los Andes y acabaron comiéndose a los muertos para poder sobrevivir. Menos mal que no duró mucho, fueron unos minutos, pero me parecieron interminables en ese momento.

Conseguimos aterrizar a tiempo en Buenos Aires y coger el enlace a Iguazú y llegamos 17:15, lo único malo es que nos perdieron una maleta, la de Carolina, que se llevó un disgusto tremendo, la verdad es que hasta ahora habíamos tenido suerte, tantos vuelos y lo único que nos habían roto otra maleta, pero que después de la correspondiente reclamación en Aerolineas Argentinas, nos la pagaron con creces.

Volvimos a poner una reclamación y la suerte nos volvió a sonreír, porque al día siguiente nos la mandaron al hotel.

Nos vinieron a buscar para llevarnos al hotel, el Loi Suites nosotros habíamos reservado en otro hotel en el Aldea de la Selva, pero en el último momento antes de salir de Bilbao nos llamaron de la agencia para decirnos que tenía overbooking y que nos cambiaban al anterior. La verdad es que no sé como estaría la Aldea de la Selva, pero este era impresionante, era un hotelazo de 5 estrellas, con una piscina que quitaba el hipo y una terraza en la piscina que daban ganas de no salir de allí en los 3 días que íbamos a estar.


Estaba como metido en una selva, incluso en la carretera se pasaba por un poblado indígena, al atardecer sonaban una especie de aullidos, que se suponía que era para ahuyentar a los monos, era espectacular. De madera pero todo lujo, incluso teníamos una botella de Moet Chandon en la habitación. Que pena ser pobre y no ir a hoteles de este tipo más a menudo.

El problema iba a ser movernos, porque estaba lejos del centro de Iguazu, en recepción nos dijeron que lo habitual era moverse en taxi, ellos lo llamaban y luego quedábamos con ellos a que hora nos recogían para volver, y eso hicimos.

Nos recogieron un par de cochazos, que se supone que iban con la categoría del hotel, como sería, que cuando llegamos a Iguazú yo pensaba que era una ciudad oscura, no había apenas luces estaba como todo en tinieblas, le pregunté al taxista y me dijo que igual mejor bajara los cristales tintados, jajajaja, por eso lo veía todo negro, pero es que los cristales no eran ahumados, sino que eran como azul oscuro y el exterior se veía fantasmagórico, o por lo menos a mi me lo pareció, casi ni me atrevía a bajar del taxi hasta que bajé las ventanillas, y se hizo la luz.

Iguazu es una ciudad bulliciosa, llena de gente, de tiendas de souvenirs, de restaurantes, y con un calor y una humedad agobiante, claro que veníamos del sur y allí había hecho fresquito.

Cenamos en el Quincho del Tio Querido, un sitio recomendable, donde volvimos a subir nuestros índices de colesterol con otra parrilla argentina. 

DIA 4/01/2011 IGUAZU 

Hoy nos vamos a visitar las famosas Cataratas de Iguazu, nos recogen en un microbús y vamos hacía el parque, vamos a ver el lado argentino, llegamos al Parque y había una cola impresionante para entrar, menos mal que nosotros como íbamos en excursión, pasamos sin hacer la cola, es lo único bueno de hacer la excursión organizada, porque por lo demás nos pasamos todo el día corriendo detrás de la guía, cuanto mejor hacer las cosas por tu cuenta.

Ir a las cataratas de Iguazú en plenas vacaciones de Navidad es como ir a Port Aventura en Agosto, y esa es la impresión que me causaron las cataratas, estaban abarrotadas de gente, en todos los miradores tenías que darte codazos para poder hacerte una foto, incluso en la pasarela principal, la que quedaba enfrente de las cataratas había unos tipos con una escalera, que se ofrecían por unos cuantos dólares a hacerte una foto desde arriba de la escalera, sin gente. Del todo agobiante. Esto es lo negativo, pero voy a ponerme positiva y pensar si hubiera ido en otra época sin tanta gente que me horripila, de verdad, me sentía como en Benidorm en pleno mes de Agosto, y hacía el mismo calor y la misma humedad.


Bueno, a lo positivo, las cataratas son impresionantes, millones y millones de litros de agua que se precipitan al vacío. 



En el paseo por el Parque se ven animales que campan a sus anchas, monos, cientos de mariposas de los mas inverosímiles colores, incluso había una que se llamaba 88 porque parecía que llevaba este número tatuado en sus alas. También vimos coaties, parecidos a los hurones, que están tan acostumbrados a que les den de comer, que si no lo haces se enfadan y llegan a morderte. Eso nos dijo la guía.




Ahora nos subimos en un camión maderero que nos lleva por la zona de la selva, tenemos que esperar un rato para subir, y damos un agradable paseo entre árboles de gran tamaño. Incluso alguna palmera.

Después del paseo en camión, bajas por unas escaleras a coger una barca y te acercan a una de las cascadas. Pasas casi por debajo, ya te digo, como en Port aventura, ah no, que estoy en positivo, es muy divertido. :D Te dan como un chubasquero para que no te mojes, pero no sirve de mucho porque te pones como una sopa, claro, que con el calor que hacía hasta se agradece. 





Remojados hasta las orejas, y con las zapatillas haciendo chof chof, subimos unas escaleras y volvemos a encontrarnos con la guía que nos trae de regreso a la entrada del parque, allí aprovechamos para comernos unos bocadillos, que todavía no nos habíamos llevado nada a la boca en todo el día.

Volvemos al hotel, estamos derrotados, hemos pasado un calor horrible, y decidimos quedarnos en la superpiscina del hotel, que se estaba de maravilla, allí nos tomamos unas piñas coladas, y nos dimos un bañito que nos dejó como nuevos, nos dio pereza salir y nos tomamos unos sándwich en la cafetería del hotel. 

DÍA 5/01/2011 IGUAZU, lado brasileño

Hoy vamos a conocer la cataratas de Iguazú pero por el lado brasileño, nos recogen en el microbús, y nos vamos a la frontera de Brasil, allí tenemos que hacer cola y pasar la aduana, nos sellan el pasaporte y pasamos sin problemas, las cataratas por el lado brasileño, tienen otra perspectiva y no hay tanta gente, son mucho menos agobiantes, se ven más lejos pero incluso diría que se aprecia mucho más su tamaño. 





Es un bonito paseo entre los árboles, que acaba en una pasarela, donde se ve la catarata completa.




Ahora volvemos a pasar la aduana, y nos dirigimos a una zona que le llaman el Hito de las 3 fronteras, es una zona desde la cual puedes divisar, Argentina, Brasil y Paraguay. Es curioso sentirte tan cerca de 3 países a la vez.


Volvemos a Puerto Iguazú para hacer las últimas compras por las tiendas de souvenir y cenamos en un italiano Il Fratello está en la calle principal, tiene terraza y un interior bastante grande. Decente. 

DÍA 6/01/2011 BUENOS AIRES

Este viaje se acaba, hoy volvemos a Buenos Aires, parece que fue ayer cuando llegamos desde España. Salimos a las 10:20 de la mañana y llegamos a las 12 más o menos a Buenos Aires, nos volvemos a alojar en el mismo hotel que a la llegada, el Fertilia Downtown.

Nos vamos a dar una vuelta por Buenos Aires, como ya era tarde decidimos comer en Puerto Madero que estaba cerca del hotel, vimos una terraza que estaba llena de gente y entramos allí, pero no había sitio en la terraza y comimos dentro, no recuerdo el sitio, pero tampoco fue nada del otro mundo.

Seguimos deambulando por Buenos Aires, hace un calor insoportable, , casi no se puede ni andar, estamos junto al obelisco, esperando a que nuestros amigos hicieran una llamada a España desde un locutorio que salía muy barato, y nos sentamos a tomar algo en una terraza, desde allí fue donde vimos el termómetro que nos hizo derretirnos más de lo que estábamos,  40º y un 80% de humedad Decidimos meternos en un centro comercial, que se estará más fresquito, son las Galerías Pacífico, un centro comercial que parece un museo, tiene una bóveda central impresionante, con grandes frescos murales, un gran árbol de navidad todo iluminado y en el último piso está el Centro Cultural Borges, donde había una exposición de fotografía.

7/01/2011 BUENOS AIRES 

Hoy volvemos para España, pero a las 10 de la noche, así que todavía nos queda un día más para pasar calor por Buenos Aires, que según dicen es una ciudad muy bonita, pero yo no sé si será el agobio del calor que hace, a mi no me dijo nada especialmente.

Comimos en el Gran Café Tortoni una cafetería muy agradable, del tipo del café Gijón de Madrid, donde se reunían los intelectuales de la época, está decorado todavía con cosas antiguas y se está muy a gusto dentro, tomamos unos sándwiches, sin más. Por la noche hay como un saloncito privado donde cantan y bailan tangos.

Después de comer decidimos coger la primera línea de metro que se había hecho en Buenos Aires, todavía conservan los vagones antiguos, con los asientos de madera, Diana y Ramón deciden hacer la línea completa, pero nosotros nos bajamos en la plaza de Mayo, y entramos en la catedral, dentro hay un mausoleo dedicado al general San Martín, que es lo más impresionante de la catedral.




Después decidimos pasear por el barrio de San Telmo, uno de los mas antiguos de la ciudad que todavía conserva sus casas coloniales, es una zona muy bonita, también estuvimos como en un mercadillo de antigüedades que estaba dentro de un patio de una casa, era curioso ver las cosas que se conservaban allí.

Y se acaba nuestra aventura navideña por Argentina, han sido unos días estupendos, estamos agotados, pero mereció la pena.


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