En un par de horitas estábamos en el lago, con pena de lo que habíamos dejado atrás y la sensación de que teníamos que habernos quedado unos días más. Ahora que empezaba el buen tiempo o no? Nunca lo sabremos....
Rodear el Lago di Garda son unos 150 km, y al final es un lago, así que tampoco hace falta dar la vuelta completa. Te aburrirías de ver agua y pueblos. Nosotros sólo paramos en dos de los pueblos, en Limone Sul Garda y en Sirmeone. Pero también recomiendan Riva del Garda, Torbole, y Malcesine. Por estos pasamos pero solo de paso, sin parar.
Rodear el Lago di Garda son unos 150 km, y al final es un lago, así que tampoco hace falta dar la vuelta completa. Te aburrirías de ver agua y pueblos. Nosotros sólo paramos en dos de los pueblos, en Limone Sul Garda y en Sirmeone. Pero también recomiendan Riva del Garda, Torbole, y Malcesine. Por estos pasamos pero solo de paso, sin parar.
Nuestra primera parada fue en una especie de parking mirador desde donde se divisaba gran parte del lago.
En el camino a Limone Sul Garda en la orilla oeste, paramos en algún otro mirador donde se veían las famosas playas de la Riva del Garda. Puffffff......sin comentarios..... Y a tope de gente.......que cosas....
Y después de pasar por algunos túneles excavados en la montaña llegamos a Limone Sul Garda, famoso por sus limoncellos de ahí su nombre.
Llegamos a un parking en el puerto donde dejamos el coche y nos acercamos a una especie de playa donde había un chiringuito con terraza y allí comimos, nada recomendable, la verdad, comida de chiringuito turístico.
Después de comer descubrimos el pueblo, una zona mucho más agradable y que también tenían muchas terrazas para comer que tenían mejor pinta, pero bueno, ya estamos comidos. El pueblo estaba lleno de tiendas turísticas y heladerías, aprovechamos para comprar los souvenirs, pasta de colores y limoncelos.
Prueba de los limones gigantes que usan por aquí.
Y después de un bonito paseo por este pueblo, y de comernos un helado y descubrir a la heladera italiana que en España al barquillo de los helados le llamamos cucurucho, y que casi se muere de la risa y se fue a contarle a todo el personal lo raros que eramos.......ellos le llaman "cono", tampoco es para morirse, en fin, recogemos el coche del parking y nos vamos hacia nuestro alojamiento en Assenza di Brenzone donde pasaremos una noche.
Este pueblo está en el lado este y mas o menos en la mitad del lago, por lo que me pareció una buena opción, el pueblo no tiene nada, pero el hotel está muy agradable, y la terraza tiene unas bonitas vistas al lago. El hotel se llama Casa Gagliardi y además está bien de precio para la zona. Aunque casi hemos pagado lo mismo por una noche aquí, que por toda la semana en el agriturismo de La Toscana, es lo que tienen las zonas turísticas veraniegas, aunque yo no acabo de ver la gracia de este lago, pero bueno.
Dejamos las maletas y nos vamos al siguiente pueblo que es el más famoso de la zona y el más turístico, Sirmione.
Uffff, que largo se nos hace el viaje y eso que solo está a 60 km, pero la verdad, uno acaba aburrido de tanta agua, paisaje un poco repetitivo, un lago demasiado grande...y algo curioso......la gente tiene como unos embarcaderos reservados en plan solarium, con puerta y todo.....que cosas hay que ver.........se supone que ahí pasan el día tomando el sol y bañándose, que incómodo......para gustos......
El caso es que después de casi una hora y media llegamos a Sirmione, el coche hay que dejarlo en un parking a las afueras y en un paseo llegar a su centro histórico medieval. Es un pueblo bonito y con mucho ambiente. Si llego a saberlo antes igual cogemos aquí el alojamiento y pasamos de hacer tantos kilómetros y kilómetros por el lago, pero bueno, es lo que tiene el no conocer.
Un bonito castillo nos recibe a la entrada.
Andando por sus callejuelas empedradadas llegamos a algo que anuncian como "playa", chiringuito por lo menos, tiene.
Yo supongo que en este pueblo aparte de turistas no hay más, porque toda la zona sólo tiene heladerías, tiendas de souvernirs, restaurantes, etc....
Llegamos a una plaza llena de gente donde decidimos tomarnos una cervecita mientras veíamos pasar a los turistas vestidos de domingo comiendo un helado y escuchar música que había un grupo de músicos tocando en directo. Y después, sin movernos de la plaza nos acercamos al lago para ver la puesta de sol. Que se supone que son famosas en este pueblo.
Y como nos quedaba una hora y media de vuelta decidimos quedarnos a cenar por aquí que por lo menos había muchos sitios, después de mirar todos los que había en la plaza nos decidimos por el Bar Moderno, donde cenamos bastante bien y en un ambiente muy agradable.
Jueves 03 de julio de 2014 - Lago di Garda - Nimes
Ahora si que si, se acaban las vacaciones, ya sólo nos queda la parada intermedia que hemos decidido que sea en Nimes, más que nada para no volver por la costa porque si en junio cuando íbamos para la Toscana pillamos montón de atascos, no queríamos arriesgarnos ahora en Julio a pillar más todavía, así que decidimos ir por el interior, Milan, Turin, Grenoble y Nimes. Según el google maps era sólo como media hora más, y más tiempo habíamos perdido en los atascos para la ida.
Pero fue un gran error, primero porque había obras por todas partes y segundo, porque de repente nos paramos en un peaje de un túnel en la zona de los Alpes franceses, en el túnel del Fréjus que tiene unos 12 km y nos clavaron 42 euros, carito el kilómetro y eso que no era ida y vuelta, supongo que los lugariegos de la zona tendrán alguna otra manera de moverse, porque si no les sale caro salir de casa. El caso es que como nosotros no conocíamos la alternativa, si la había, y tampoco era cuestión de meter más kilómetros para el cuerpo, pues pagamos obedientemente el peaje, pero de mala leche, eso si.
Bueno, y después de más de 8 horas llegamos a Nimes, paramos en un Ibis a la salida de la autopista para no tener que dar muchas vueltas ni para salir ni para entrar, pero una kk, la verdad, un sitio cutre, las habitaciones olían a tabaco y para más coña, al lado había como un local de celebración de bodas que tuvieron la música a tope hasta las 3 de la mañana. Una despedida de vacaciones para echar cohetes. Era el Ibis Budget Nimes Est Marguerittes os recomiendo no pisarlo.
Después de dejar las maletas nos fuimos a Nimes para dar una vuelta y cenar en algún sitio. Nimes tenía mucho ambiente porque había partido de futbol de Francia, que creo que les mandaron para casa ese día desde Brasil, así que hubo ambiente durante el partido y después desapareció todo el mundo.
Nosotros fuimos a la zona del famoso anfiteatro Arena de Nimes, que ahora se usa como plaza de toros y zona de conciertos.
Y cenamos por los alrededores en la Brasserie des Arenes, nada para recordar, unos Moules Frites de los famosos en cazuela francesa, y lo demás mejor para olvidar.
Será que cuando a uno se le acaban las vacaciones lo ve todo negativo. J
Y aquí se acaban nuestras vacaciones veraniegas de este año. Mañana rumbo a Bilbao y a empezar a pensar en las del año que viene.
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