ISLAS FEROE: Agosto 2016



¿Habéis oído alguna vez hablar de las Islas Feroe?.

Pues son unas islas de origen volcánico que están situadas entre Noruega, Escocia e Islandia y pertenecen administrativamente a Dinamarca, aunque tienen una cierta independencia como Groenlandia.

Faroe Island significa Tierra de Corderos y que como podéis suponer éstos campan a sus anchas por sus interminables praderas.

Así que este año vamos a conocer este destino que nunca nos habíamos planteado, repetimos viaje con Oriol Alamany y Eulália Vicens con los que estuvimos el año pasado en Kenia y que nos prepararon y con los que disfrutamos un increíble viaje fotográfico por esas tierras africanas.

Tras esta maravillosa experiencia quisimos repetir de nuevo con ellos e intentamos que fuera Groenlandia, pero ante las dificultades de última hora para conseguir organizarlo nos ofrecieron las Islas Feroe, un destino del que casi nada sabíamos pero que poco a poco nos fue atrayendo por las bonitas imágenes de grandes prados verdes y altos acantilados con cientos de pájaros que veíamos en Internet.

Con Oriol y Eulalia el viaje es garantía segura de éxito así que no arriesgamos nada diciendo que sí. Por si queréis apuntaros a algunos de sus maravillosos viajes aquí tenéis información. Imágenes vivas.

Hay un vuelo semanal directo desde Barcelona, pero como nosotros queríamos pasar allí más de una semana y menos de dos, decidimos ir a Copenhague y pasar un par de días allí, para después dirigirnos a las Feroe, también en vuelo directo y luego ya, volver por Barcelona.

El 27 de julio desde Barcelona, 6 de nosotros nos pusimos rumbo a Copenhague, y con los otros 5 del grupo nos encontraríamos en el aeropuerto 2 días después.

29 de julio de 2016 – Vagar (Islas Feroe)


Después de pasar un par de días en Copenhague, nos reunimos todos en el Aeropuerto, los 11 compañeros que íbamos a descubrir las Islas Feroe.

Un vuelo relativamente corto, recoger los 3 coches de alquiler y rumbo a nuestro primer hotel que estaba muy cerquita del aeropuerto, nada, a 5 minutos. Hotel Vagar (Sorvagur). El hotel normalito, aunque más tarde descubriríamos que iba a ser el mejor del viaje. La oferta hotelera no es muy buena todavía en este destino, ni buena ni mala, más bien, inexistente. Es lo que tiene ser un destino por descubrir, que todavía no hay oferta turística :)

Estamos en Vagar (una de las 18 islas), el pueblo más cercano al hotel es Sorvagur, un pequeño pueblo pesquero desde donde sale el Ferry a Mykines (otra de las islas que visitaremos más tarde)

En esta isla haríamos varias excursiones, la primera a Sandavagur, según Wikipedia es la tercera localidad de Vagar con 875 habitantes, pero a nosotros nos pareció un pueblo fantasma, con algunas casas, pero poca gente… poca?....creo que no nos cruzamos con nadie, algún que otro niño rubio que asomaba la cabeza con curiosidad por entre las bonitas casas de madera, pintadas de colores, pero nada más, eso sí, pasamos una agradable tarde descubriendo los alfeizares de las ventanas llenas de cachivaches y los llamativos colores de las casas y por supuesto la bonita iglesia blanca con tejado rojo.






También es verdad que nos enteramos que hoy tiene lugar el evento más importante del año, es la fiesta del día nacional feroés Olavsoka, que se celebra día 29 de julio y conmemora la muerte de San Olav, Rey de Noruega de 1015 a 1028. Igual estaban todos en la capi de fiestorro :)

En la “playa” uno de los pájaros más vistos en las Feroe, el ostrero, un limícola con el pico naranja.


30 de julio de 2016 - Vagar

Empezaríamos el día con nuestra primera excursión andando bajo la lluvia, llovía…y llovía…..esto también tienen las Feroe, que el tiempo es impredecible, bueno… más bien… llueve y llueve y de vez en cuando deja de llover, pero como ya lo sabíamos antes de venir, tocaba ponerse las botas de monte y los pantalones de agua y ponerse en marcha, deseando que parara alguna vez y nos permitiera disfrutar de las bonitas vistas que se intuían bajo la niebla.

El paisaje es como de cuento, tanta lluvia hace que esté todo tan verde, pequeñas y grandes cascadas de agua por todas partes. Las montañas no son muy altas, pero sí muy escarpadas y sin un árbol, la madera es uno de los bienes más preciados de estas islas, ya que no hay ni un solo un bosque en ninguna de ellas.

El camino hacia la zona a la que nos dirigíamos empieza en unas pequeñas chozas de piedra con el tejado de hierba junto al lago Sørvágsvatn, el mayor lago de las Feroe, la excursión te lleva por la orilla del lago.


Como llovía mucho decidimos empezar la ruta desde otro punto más alto a la salida del pueblo de Midvagur, unido al de Sandavagur, donde estuvimos la tarde anterior. Aquí dejamos los coches y empezamos a andar por un camino hacia el mar que se veía al fondo del lago.


Avanzamos por la margen izquierda de lago hasta llegar a unos grandes acantilados.




En esta zona la ruta se divide en dos, hacia la izquierda se sube al acantilado, desde donde hay unas increíbles vistas del lago por encima del mar.


Y a la derecha te diriges hacia donde acaba el lago en una pequeña cascada y se divisan más acantilados.



Por la tarde fuimos hacía el otro lado de la isla, a Gassaladur, donde hay otra pequeña ruta que te lleva a una gran cascada, la de Bosdalafossur que vierte sus aguas en el mar. Fantástica.



Aquí un solitario banquito para disfrutar de las vistas. Estos nórdicos piensan en todo.


Y aquí un par de turistas, nosotros, a punto de recibir el mes de agosto fresquitos y bajo la lluvia. Que delicia!!! Bueno, un poco menos de lluvia tampoco importaría.


Encima de la cascada, nuestro primer avistamiento de puffins (frailecillos).


Y por si había caído poca agua, ahora empieza a jarrear, así que corriendo a los coches, y al hotel a cenar. 

La hora de cenar en el hotel fue un poco……larga?…..madre mía, nos quejamos del servicio en los bares españoles, esto si que era pole…pole….(como diríamos el año pasado en Kenia) pero además, el personal estaba como de mala leche, si es que esto del frio no puede ser bueno, se les agria el carácter, y eso que habíamos quedado la hora y el menú estaba concertado, pero si para poner 8 cervezas se tiraron una hora, imaginaros para hacer el salmón. Si llegamos a pedir a la carta, no sé que hubiera pasado, igual todavía estábamos cenando. En fin…. como no tenemos prisa....aquí no sabemos ni cuando anochece....por ahora no tiene ninguna pinta de hacerlo....y son las 23:00

31 de julio de 2016 – Streymoy

Hoy conoceremos la isla más grande, que es Streymoy, aquí está la capital que es Torshavn, y donde vive la mayoría de los habitantes de Feroe. Unos 20.000 de los 50.000 habitantes aproximadamente que viven en el archipiélago.

Pero nosotros por ahora no visitaremos la capital, nos dirigimos a Vestmanna donde cogeremos un barco para ver los imponentes acantilados de esta zona.

Para cruzar de la isla de Vagar a la de Streymoy hay un túnel submarino de unos 5 km por el que pasas en coche de una isla a otra, sin enterarte. Bueno, se entera tu cuenta corriente porque es de peaje.

Por fin sale el sol y empezamos a ver el cielo azul, esto hace que cambie totalmente el color de las montañas y los prados. 


El barco te da un paseo muy bonito por unos grandes acantilados, vemos muchas aves marinas y focas, incluso unos haciendo escalada en una gran roca.





Cormoranes
Focas

Dura unas 2 horas y a la vuelta comemos en el mismo puerto donde cogimos el barco, aquí todo queda en casa, el restaurante, tienda de souvenirs, venta de tickets para el barco, nos ponen un buffet de ensaladas que no está mal, y una sopa de pescado, especialidad de la casa (salmón) que por lo menos para tomar algo calentito nos viene bien.


Ahora nos vamos hacia el norte de la isla, un pueblo muy pintoresco, Saksun, bueno, pueblo es un poco exagerado, digamos aldea, pero con aparcamiento y todo, por cierto, no he contado que en las Feroe, en cualquier pueblo, aldea o agrupación de casas, hay un edificio que cuenta con unos baños relucientes, que siempre tienen papel higiénico, agua corriente, e incluso desfibrilador, impresionante. Ya podíamos aprender aquí en España de eso.

Saksun tiene unas vistas impresionantes, una gran cascada, unas cuantas casas de las de los tejados de hierba, alguna incluso es un museo, y un gigantesco lago con una bonita iglesia blanca, al lado.


He leído que con marea baja por la orilla del lago se puede llegar hasta el mar.



En el siguiente pueblo, Tjornuvik, uno de los habitantes había montado un chiringuito en medio del pueblo, una mesa de madera con asientos, con una gofrera (aparato para hacer gofres) y unos termos de café y té, y vendía gofres y café calentito a los turistas. Por supuesto que nos tomamos una gran merienda con ese hombre, algunos de los vecinos le felicitaban como diciendo, hoy has hecho la tarde :)


Imagina cuando se iba a encontrar este hombre en otra como esta, vendiendo gofres y cafés a 11 personas. 


Desde aquí se pueden ver unas formaciones rocosas que llaman “El Gigante y la Vieja Bruja”.


Seguimos nuestra marcha , cruzamos por un puente a la siguiente isla, Eysturoy, que hoy íbamos a pasar de largo, pues en la organización del alojamiento no había plazas libres para estas fechas en esta isla, así que tendríamos que volver después, cogemos el segundo gran túnel submarino de 6 km, que nos cruzará a la isla de Bordoy, incluso está iluminado con luces de colores obra de algún artista Feroes. También es de peaje.

La isla de Bordoy, es la más grande de las denominadas islas del norte. Klaksvik es la población más importante de esta isla, la segunda de las Feroe, con unos 5.000 habitantes. Y es la sede de la cervecera Föroya Bjór, la única cerveza que se fabrica en las Feroe, y que está rica, la tostada nos gustó más que la normal, y que por su puesto en su anagrama tiene el dibujo de una oveja. Las cervezas de tercio cuestan entre 5 y 7 euros según el hotel.


Aquí dormiremos en el Hotel Klaksvik, el único hotel de esta ciudad, así que no había mucho donde elegir, nada del otro mundo, pero decente, aunque algunas habitaciones tenían baño compartido, y era un rollo, ya que aunque parezca increíble, el baño estaba en la planta baja y tú podías tener la habitación en la 3ª planta, así que aseguraros de coger habitación con baño. 

Tampoco tenía ascensor, por lo que subir las maletas, toda una odisea.

Otra pega es que debía estar regentado por algún tipo de religión que no bebe alcohol, porque no servían ni cerveza para cenar.

Y en el restaurante había un grupo gigante que cenaba con las biblias encima de la mesa….luego nos contarían que eran un coro, y no sé si ensayaban en el hotel o cantaban en algún salón del hotel, pero por la noche se oían….cantos….

Lo mejor del hotel las vistas desde nuestra habitación de todo el puerto con sus barcos de colores.



1 de agosto de 2016 - Kalsoy

Salimos temprano para coger el Ferry a la isla de Kalsoy, conocida entre los feroeses como la flauta dulce, por su forma alargada, llevamos los coches en el Ferry, y en poco tiempo llegamos a la isla.

La iglesia con el tejado rojo que no puede faltar.


Nos dirigimos a Trøllanes un pequeño pueblo en el extremo norte, toda la isla tiene 150 habitantes, y en esta aldea habrá como unas 20 casas, pero por supuesto a la entrada del pueblo el albergue, con mesas, cocina, baño y el imprescindible desfibrilador. Aquí tomaríamos nuestro picnic al mediodía.

Desde esta aldea sale una empinada ruta hasta el faro que se encuentra en la cima Kallur. Empieza a la salida del pueblo, por una zona sin señalizar, yo me di la vuelta enseguida, junto con una compañera, demasiado escarpado y elevado para mi gusto, un camino por el que sólo cabía un pie y me entró pánico rodar por esas empinadas laderas. Los compañeros siguieron hasta arriba, según ellos, las vistas merecieron la pena el esfuerzo.



Nosotras mientras tanto, dimos una vuelta por el pueblo, incluso encontramos una casa a modo de cafetería, por decir algo, era un cuarto donde una señora tenía el termo con el café y el té, y había hecho unos pequeños pastelitos caseros. Eso si, tenía hasta helados. Supongo que aquí la gente come helados aunque haga un frío que pela. Pero si es verano hay que comer helados.

En el pueblo también un curioso cementerio con chapas metálicas a modo de lápidas, y un pequeño gallinero que parecía una casa en miniatura. Menudo lujo de gallinero.


Después de comer nuestra siguiente parada fue Miklaladur, en esté pueblo está la escultura de la mujer foca, una especie de Sirenita de Copenhague pero con una leyenda más triste.

La gente foca - Selkies - son híbridos humano-foca en el folklore irlandés, escocés, islandés y culturas de las Islas Feroe. Estas criaturas mitológicas viven en el agua como las focas y, en algunos relatos, suben por un día a tierra una vez al año como humanos. Ellos salen fuera del agua y se despojan de su pelaje, revelando su blanca y reluciente piel, en la leyenda, un pescador roba la piel de foca y como la mujer no puede volver al agua sin su piel, el pescador se la lleva a su casa como esposa, tienen dos bebés foca. El marido pescador despechado de la mujer foca mata a sus crías. La mujer foca se vuelve loca y le manda una maldición se compromete a arrastrar a los pescadores de las Islas Feroe a una tumba de agua, hasta que muchos pescadores se ahogen y haya suficientes muertos para hacer un círculo a las islas con sus manos entrelazadas. Lo que significa que, si las Islas Feroe tienen 1.117 kilómetros de costa, la mujer foca no descansaría hasta que hubieran muerto, al menos, 613.736 pescadores.

El lugar donde está la escultura es una bonita zona, donde bajando unas escaleras llegas a unos acantilados, si el Atlántico golpea con fuerza, puedes sacar unas bonitas fotografías del oleaje.




Hay o había, no sé si todavía está en uso un curioso sistema de poleas para subir las mercancías desde el mar hasta el pueblo elevado, o incluso supongo que también suben las barcas para su mantenimiento.


Y por supuesto una cascada cayendo al mar.


Y así se nos ha pasado el día en la isla Kalsoy, intentamos coger el Ferry pero se llena antes de que lleguemos a meter los 3 coches, así que tenemos que esperar el siguiente que vendrá en 1 hora, nos acercamos al pueblo más cercano a ver si encontramos alguna cafetería, pero no encontramos nada, con lo bien que nos hubiera venido que estuviera aquí el tipo de los gofres :) 

Vuelta a Klaksvik a cantar con los del coro. Para la cena pescado rebozado con una salsa blanca que nos han puesto en otras ocasiones, y que no tenemos muy claro de que está hecha.

2 agosto de 2016 - Vidoy - Bordoy - Eysturoy

Empezamos el día cruzando por un puente a la isla de Viđoy en la ciudad de Hvannasund. 



Nos vamos hacia el norte, a Viđareiđi, otro pueblo con una iglesia blanca y algunos acantilados. Estuvimos un rato fotografiando charranes, y vuelvepiedras.










Volvemos a la isla de Borđoy, visitamos un pueblo que decían que estaba abandonado, Muli, pero que no era así de hecho es el único lugar donde vimos una familia trabajando en el campo, estaban cortando la hierba y dejándola secar, suponemos que para el invierno. Para secarla la cuelgan de unos postes de madera, porque supongo que con tanta humedad en el suelo se les pudrirá.



Comimos en Klaksvik en una cafeteria donde las camareras fueron muy simpáticas, alguna incluso intentó hablar en español lo poquito que sabía, dice que lo estudiaba en el colegio pero poco, el sitio se llamaba Fríđa Kafe. Tenía una bonita terraza con vistas al fiordo.

Intentamos hacer alguna compra por el pueblo, pero no hubo forma, allí no había nada interesante para comprar.

Nos vamos dirigiendo hacia nuestro siguiente destino, la Isla de Eysturoy, en el pueblo de Gjogv, así que volvemos a cruzar el túnel submarino de colores.

Pasamos por las carreteras del fiordo Funningsfjørđur allí paramos a hacer algunas fotos. Al otro lado del fiordo el pueblo de Funningur.





Después vamos a otro pequeño pueblo, Elduvik, donde había unas curiosas casas de colores y un pequeño puerto.









Y por una sinuosa carretera llegamos a Gjogv, nos alojamos en un hotel que más bien parecía una casa austriaca, es la Guesthouse Gjaargarđur.

No nos alojaron en la casa principal, las habitaciones eran muy grandes y estaba bastante bien.

Después de cenar nos fuimos a dar una vuelta por la zona del puerto, un pequeño entrante de agua con unas empinadas escaleras.


La iglesia, esta vez con el tejado verde.


3 de agosto de 2016 - Eysturoy

Vamos a ver que descubrimos en esta isla, salimos en dirección a Eiđi, nada más subir la carretera paramos a hacer unas fotos de la punta más alta de las Feroe, el pico Slættaratindur, a 882 m. El pico nada del otro mundo, además estaba cubierto por la niebla, pero cerca una bonita cascada que también dio para unas fotos.



Una sinuosa carretera nos lleva hacia una zona donde dejaríamos el coche y haríamos una ruta para ver otra vez las formaciones rocosas conocidas como "El gigante y la bruja", que ya habíamos visto desde Tjornuvik, el pueblo del tipo de los gofres.


Dejamos los coches y cogimos un camino lleno de pequeñas lagunas, hasta llegar a los acantilados donde se divisaban estas rocas.


Al otro lado más acantilados.


En el camino la flora de las Feroe.





Volvemos a comer al hotel, un plato variado de ensaladas, salmon y esas cosas que comemos y cenamos a diario por aquí.

Después de comer algunos se subieron a un acantilado a ver qué encontraban y encontraron puffins, nuestro segundo avistamiento.



Hoy teníamos que cenar pronto porque los miércoles en el hotel donde estábamos alojados había fiesta popular, se supone que la cena era un buffet de cosas típicas de las islas, y luego nos amenizaría la cena un músico local, y después todos juntos bailaríamos la danza popular de las Feroe. La danza de la cadena.

Vamos, que nos hizo a todos una ilusión que tuviera que ser en miércoles el día de la fiesta popular...no somos mucho de estas tradiciones?....o turistadas?....no sé, bueno el caso es que cenamos, había muchas cosas en el buffet, algunas mejores y otras peores, pero nada para chuparse los dedos. Nos tragamos al cantante popular, por eso de no hacerle el feo, y cuando todos se levantaron para bailar la danza, nosotros salimos corriendo a nuestras habitaciones, intentando que no se notará mucho nuestra huida :)

La noche nos deparaba otra sorpresa, de repente empiezan a llamar a nuestra puerta, un arco iris gritaban!!!, salimos en pijama, con chancletas y con los forros polares por encima para ver ese bonito espectáculo, el cielo teñido de un precioso color para despedir el día.



4 de agosto de 2016 - Mykines

Ha llegado el día, nos vamos a la isla de Mykines, joya de la corona de las Feroe, un entorno paradisiaco donde solo viven 13 personas y miles y miles de pájaros, sobre todo Puffins (Frailecillos) y Alcatraces, no hay carreteras en la isla, se puede llegar en helicóptero o en un Ferry que sale de Sorvagur en la isla de Vagar. 

Mucha gente hace la excursión de día, coge el Ferry de la mañana, creo que es a las 10:30 y luego se vuelve en el de la tarde a las 17:00 o a las 18:00, no tengo muy claro los horarios, conseguir información es difícil en las Feroe.

Nosotros decidimos quedarnos a pasar 2 noches en la isla, para no pillar las aglomeraciones de la llegada del Ferry (bueno lo de aglomeraciones es un decir), pero si es verdad que con el Ferry llegamos todos a la vez y vamos todos a la vez hacia el Faro, pero tampoco vamos tantos en el Ferry como para considerarlo Benidorm :)

Desde Gjojv en la isla de Eysturoy donde estábamos, hasta Sorvagur en la isla de Vagar donde teníamos que coger el Ferry hay unos 75 km, calculad un poco más de 1 hora, así que nos pusimos en marcha.

Llegamos pronto y esperamos impacientes la salida del Ferry, por fin llegó el momento y subimos todos muy ilusionados con nuestro siguiente destino, en el camino unas bonitas vistas de otras islas e islotes, e incluso algún alcatraz nos sobrevoló. Dejo las fotos de los paisajes para la vuelta, que hacía mejor tiempo y había mejor luz.

Vemos desde el barco la cascada de Gassaladur


Y os adelanto como se ve desde el barco la isla de Mykines. 


Llegamos al puerto de Mykines, el trayecto dura unos 45 minutos, el puerto es una pequeña hendidura en el acantilado y al bajar del barco, una empinada escalera te lleva a la aldea. Al lado de las escaleras una pequeña vagoneta que ayuda a los viajeros a subir las maletas. Menos mal que nosotros hemos dejado las maletas en el hotel de Vágar y venimos con una pequeña mochila para pasar las 2 noches, porque luego nos quejamos de que los hoteles no tienen ascensor :) 


Una vez en la cima del puerto, unas vistas impresionantes, la aldea está muy cerquita, allí nos dirigimos a Kristianhús, el que iba a ser nuestro alojamiento las 2 siguientes noches. Como podéis suponer la oferta en esta isla no es que sea muy numerosa, tienes este albergue y la otra opción es acampar. 

El albergue podía estar muy bien, la verdad, pero estaba hecho un desastre, sucio, destartalado, lleno de trastos, las camas realmente daban cierto reparo, los baños sucios, con mugre en todas partes, o sea que si os alojáis aquí, porque no os queda más remedio, mejor llevar saco de dormir. La dueña luego nos contó que está haciendo uno nuevo aquí al lado, espero que cuando lo termine no lo llene con el mobiliario que está usando aquí. Pero bueno, como no teníamos otra opción pues nos tocó dormir dos noches sin mirar mucho a nuestro alrededor no fuéramos a encontrar lo que no queríamos. Ojos que no ven... 

En el albergue estaba la tienda, cafetería, restaurante del pueblo, la comida estaba bastante decente, como llegamos a media mañana, la señora nos hizo unos bocadillos a modo de almuerzo, no sin antes mirarnos con cara de...puffff...ahora tengo que hacer 11 bocadillos? menudo stress... 

Y para olvidarnos de los horrores que habíamos visto en ese albergue, decidimos hacer nuestra primera excursión para ver las maravillas que nos deparaba la isla. 

Subimos una empinada pendiente que está nada más salir del albergue y es donde empieza el camino hacia el islote Mykineshólmur, donde se halla un faro que es el primero que divisan los trasatlánticos cuando llegan a Europa, esta es la ruta que hacen los que vienen en el Ferry a pasar el día. 


Según dicen son 3 horas ida y vuelta, pero ya lo veremos mañana, nosotros pensamos pasar todo el día allí, salir tempranito antes de que lleguen los del Ferry. 

Hoy vamos a hacer una primera incursión a ver que encontramos, a medio camino ya nos topamos el primer obstáculo, empezamos a ver un montón de puntitos negros sobrevolando el acantilado, son los puffins!!! nos vamos a acercar para hacer fotos...y de repente....una señora....sale de la nada...y nos empieza a gritar en inglés que no salgamos del camino, Oriol se acerca a ver que dice....y le explica que está contando puffins para un estudio...y que no podemos salir del camino....no tengo muy claro qué camino....porque aquí lo que se dice camino....no hay....Tampoco tenemos muy claro que está contando...con una pequeña libreta en la mano...Tiene una pinta de loca que es para verla....en fin...seguiremos subiendo y no la distraeremos no vaya a ser que se le escape algún puffin de contar. 

Y llegamos a lo más alto...ohhhhhh....que maravilla....cientos de frailecillos posando para nuestras cámaras...y como fondo el mar.....allí pasamos toda la tarde.....creo que no dejamos uno sin fotografiar :) 



Verlos volar y aterrizar contra el agujero del nido con la boca llena de peces no tiene precio. Podríamos pasar horas y horas contemplándolos. 






No nos quedó mas remedio que bajar a cenar aunque todavía era de día.... 

5 de agosto de 2016 - Mykines 

Hoy nos levantamos temprano a ver si llegamos al faro antes de que llegue el Ferry, volvemos a subir la empinada cuesta, nos volvemos a encontrar con la loca cuenta puffins que hoy nos llama....maldito grupo....nos gusta, ese será nuestro nombre a partir de ahora :) 


Pasamos de largo por los acantilados de ayer, hoy no hay tantos puffins, vendrán a pasar la tarde, llegamos a unas escaleras que bordean el acantilado, no aptas para los que tienen vértigo y seguimos bajando, yo temblando, porque he aprendido a lo largo de mis caminatas que todo lo que se baja, luego hay que subirlo :) 

Y llegamos a unas formaciones rocosas que están llenas de alcatraces, allí montamos nuestro primer campamento, están lejos, pero algunos tienen objetivos mu largos y allí pasamos un par de horas, tantas que nos empiezan a alcanzar los del Ferry, ya no pillamos el faro sin gente :) 




Cuando ya no queda alcatraz por fotografiar seguimos bajando hacia el mar, allí llegamos a un puente metálico que une los dos islotes, entre las paredes rocosas cientos de gaviotas tridáctilas, las crías tienen un bonito plumaje en zig zag. 





Y como os decía...todo lo que bajas...lo vuelves a subir....ahora toca para arriba....hacia el faro....y después de una costosa subida, por lo menos para mi, llegamos al faro....que vistas....impresionante.....aquí sacaríamos el picnic y esperaríamos a que se fuera la gente, nosotros no tenemos que coger el Ferry. 



En el faro hay otra colonia de alcatraces. 


Aquí está toda la panda que ha participado para que este viaje haya sido tan increíble, porque sin ellos no hubiera sido lo mismo. 


Y la vuelta al albergue... seguid a aquellos!!!! El pueblo al fondo, parece que está cerca y todo. 


Otras cuantas horas disfrutando del paisaje y de los puffins. 


Descubriendo crías de puffins 


Subiendo cuestas... 


Contemplando paisajes 




Y la vuelta... no fue tan dura como parecía. Ya se divisa Mykines!!! 


Después de cenar salimos a despedirnos de esta maravillosa isla. 



6 de agosto de 2016 - Mykines - Vagar - Suđuroy 

Hoy vemos venir a la gente en el Ferry, nosotros lo cogemos de vuelta, con pena de irnos de esta isla de la que esperábamos mucho y que no nos defraudó en absoluto, al contrario nos dio mucho más. 

Mientras esperamos el barco en el puerto, cientos de crías de gaviotas tridáctilas a nuestro alrededor aprendiendo a volar. 




En el camino formaciones rocosas de gran tamaño van apareciendo mientras navegamos. 

Islote Tindhólmur 



Drangarnir es el nombre que reciben colectivamente dos peñones de piedra ubicados entre el islote de Tindhólmur y la isla de Vágar, en las Islas Feroe. Los nombres individuales de cada peñón son Stóri Drangur (Acantilado grande) y Lítli Drangur (Acantilado pequeño).



El ferry nos vuelve a dejar en Sorvagur (Isla de Vágar), donde vamos a comer en Café Fjordoy & Guesthouse Hugo, una Cozy Café que nos sorprendió, el comedor estaba lleno de cosas, como hemos visto que les gusta a los Feroeses, pero los dueños muy agradables, no sé como será el alojamiento, pero merece la pena echarle un vistazo. La comida muy rica.


Y después de comer nos vamos a la capi, a Tórshavn, pero para coger otro ferry que nos llevará a Sudoroy, así que la capital la veremos a la vuelta.

Sudoroy es la isla más al sur del archipiélago, está habitada por unas 5.000 personas. 

El ferry es gigantesco, nada que ver con el de Mykines, el trayecto dura unas 2 horas y media.

El Ferry nos lleva a Tvøroyri (1.539 habitantes) que se encuentra en la parte norte de la isla. Es una zona bastante poblada ya que se encuentra unida con las poblaciones Drelnes y Trongisvágur. 

De camino a Tvøroyri habremos visto las dos únicas islas sin presencia humana de las Feroe como son las de Stora y Lítla Dímun. 

En este pueblo es donde tenemos el hotel que se llama como el pueblo, Hotel Tvoroyri, un hotel triste, con un personal triste, y que como no sabe inglés pues parecen hasta bordes y todo. Pero la cena muy rica, la primera sopa con albóndigas que nos ponen en esta isla. Muy rica. Y las habitaciones sin grandes pretensiones, pero limpias. El desayuno lo mejor, panes recién hechos. Después de Mykines todo es "gran lujo".

7 de agosto de 2016 - Suđuroy

Nos levantamos temprano, está lloviendo, y eso que estamos en la isla más al sur, a ver que descubrimos por aquí.

Nuestro primer destino es Sandvik, en el norte de la isla. Un pequeño puerto con casetas de colores.


Y una iglesia, esta vez de tejado verde.


Nos damos la vuelta y vamos hacia el sur, en el camino una caudalosa catarata.


Pasamos por otro pueblo, esta vez con iglesia de tejado rojo, es Hvalva. 


Y también vemos unas ovejitas que se resguardan contra un muro de piedra de la que está cayendo.


En principio teníamos contratado el picnic, pero con el día que hace no nos va a apetecer mucho comer sentados en la hierba, así que antes de salir le preguntamos al del hotel que si nos lo podía cambiar por comer en el restaurante y nos dijo que sí, por lo que volvemos a comer al hotel.

Hoy por la tarde vamos a ver los acantilados de Skúvanes, están localizados en Vágur, en la costa Oeste, la segunda población de Suđuroy (1.370 habitantes). aquí hay como un puerto que se llama, Vágseiði.

Es la primera vez que vemos el mar tan embravecido, en las otras islas está tan protegido por los fiordos que no hemos llegado a ver olas. 

Pero aquí hay un oleaje espectacular, lo malo es que sigue lloviendo.

Esta supongo que es una escultura dedicada a los pescadores. La vida del pescador no ha sido nada fácil a lo largo de los tiempos, y muchos se quedaron en el mar. Hay muchas conmemoraciones en las islas a los pescadores que no volvieron.


Más al sur nos recomendaron el faro de Akaberg y los acantilados de Beinisvørð 

Cerca de la población de Sumba, el faro de Akaberg, cuando llegamos había mucha niebla. Ya pensábamos que no lo íbamos a ver cuando de repente se empezó a despejar y quedaron unas preciosas vistas.




Las ovejitas merodeando por todos los acantilados.


Intentamos acercarnos a Beinisvørð un acantilado elevado 470 m frente al mar. Dicen que de los más altos del mundo. Se encuentra ubicado entre las localidades de Sumba y Lopra Hay una sinuosa carretera de montaña que se supone te acerca a los acantilados, nosotros la cogimos en vez de cruzar un túnel, y aunque se supone que las vistas son espectaculares, nosotros aparte de pasar miedo porque había mucha niebla, no vimos nada.

Y con la sensación de que nos habíamos perdido algo, nos volvimos a cenar al hotel.

8 de agosto de 2016 - Suđuroy - Torshavn - Vagar

El Ferry no sale hasta el mediodía así que decidimos volver a Vagur a la zona de Vágseiði que hoy parece que hace mejor día. 

Y así es, las vistas ya son otras.




Hace mucho viento, así que las cataratas en vez de su caída natural hacía abajo, parecen geisers elevándose hacía el cielo.




Y llega la hora de volver a Torshavn. Cogemos el ferry, esta vez tenemos incluida la comida. El barco se mueve un montón, algunos disfrutamos en la proa viendo como salta las olas, otros se marean, pero llegamos sanos y salvos a Torshavn. :)

Como es la capital, esperamos hacer las miles de compras que no habíamos hecho en los 12 días, pero en 15 minutos nos damos cuenta de que tampoco aquí va a ser posible, hay alguna tienda, pero nada destacable. Así que nos vamos a dar una vuelta por el puerto


Y hay como una parte antigua con algunas casas de madera.



No encontramos nada más interesante que hacer así que acabamos tomándonos un café y un pastel en una cafetería muy cuca que había en el puerto. Recomendable si os aburrís en Torshavn se llama Kaffihusiđ

Y se acaban las vacaciones, volvemos en coche al hotel de la primera noche en Vagar, como todavía es pronto nos queda algo de luz para acercarnos otra vez a Gassaladur, y conseguimos sacar una foto con la zona mucho más despejada que el primer día. Y así nos despedimos de las Islas Feroe (Faroe Island en inglés o Føroyar en Feroés)



9 de agosto de 2016 - Barcelona

El vuelo sale muy temprano directo a Barcelona, recomendable al 100%.

Nos vamos con la sensación de querer volver, hemos estado 12 días, pero la sensación es de que nos ha faltado mucho por ver o igual no pero queremos más. 

Así que volveremos. Hasta pronto Føroyar.




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